El efecto del punto azul sugiere que nuestra mente está condicionada para buscar amenazas y problemas, independientemente de lo seguro o cómodo que sea nuestro entorno. Cuanto mejores se ponen las cosas, más sensibles nos ponemos frente a los problemas pequeños. Nuestras mentes amplifican los problemas para adaptarse al nivel de estrés que esperamos experimentar. El éxito y el progreso material no necesariamente nos relajan ni nos hacen sentir mejor acerca de nuestro futuro. El efecto del punto azul está intimamente ligado a la paradoja del progreso.
El experimento
El experimento que condujo al descubrimiento del efecto del punto azul buscaba medir la manera cómo los humanos distorsionan sus percepciones para ajustarlas a sus expectativas. Este efecto, también denominado “cambio de concepto inducido por la prevalencia”, fue descubierto por un grupo de investigadores de Harvard, Dartmouth y NYU, a través de un experimento muy simple.
El siguiente video elaborado por Science lo explica en detalle o, si prefieres, te lo explicamos en el texto que le sigue.
Los participantes veían aparecer en una pantalla una sucesión de mil puntos de colores (azul, violeta, o algún tono intermedio). Su tarea consistía en indicar, cada vez que aparecía un punto nuevo, si este era azul o no. Inicialmente, los investigadores mostraban una cantidad similar de puntos del espectro de los azules que del del violeta. Pero luego comenzaban gradualmente a reducir la prevalencia de los azules a una fracción de la que se observaba inicialmente.
Los investigadores descubrieron que, al inicio del experimento, los sujetos podían determinar con precisión qué puntos eran azules y cuáles no lo eran. Pero, cuando los investigadores empezaron a limitar el número de puntos del espectro azul, los participantes comenzaron a confundir los colores. Al disminuir la prevalencia de puntos azules, comenzaron a reportar algunos puntos del espectro violeta como si perteneciesen al especto azul. De alguna manera, seguían esperando una determinada prevalencia de puntos azules y, cuando la realidad no calzaba con su expectativa, tendían a distorsionarla.
Mas allá de los puntos de colores: las amenazas y los juicios morales
Para verificar que el efecto del punto azul no se daba solamente en el contexto de puntos de colores, los investigadores decidieron expandir el experimento. Primero, decidieron testear si esta distorsión se extendía a la dimensión de la percepción del peligro o los entornos amenazantes. Luego buscaron una manera de evaluar si también comprendía la dimensión de los juicios morales.
Rostros amenazantes
Mostraron a los participantes, entonces, fotografías de caras que sugerían distintos grados de amenaza, neutralidad o amabilidad. Al igual que en el ejemplo de los puntos, según avanzó el experimento, los investigadores fueron reduciendo la prevalencia de rostros amenazantes. Como resultado, los participantes, que inicialmente habían sido muy buenos para distinguir las expresiones de las caras que les mostraban, comenzaron a confundir los rostros amables o neutrales con rostros amenazantes. Al igual que en el caso de los puntos azules, las personas parecían ajustar (o distorsionar) su percepción a un número predeterminado de caras amenazantes que esperaban ver.
Propuestas de investigación no éticas
Luego, los investigadores pidieron a los participantes que leyeran propuestas de estudios de investigación científica. Algunas de estas propuestas eran éticas (“Los participantes harán una lista de las ciudades que más les gustaría visitar en todo el mundo y escribirán sobre lo que harían en cada una.”) otras eran ambiguas (“A los participantes se les dará una planta y se les informará que se trata de un remedio natural para la picazón. En realidad, causará picazón. Su reacción será registrada”) y otras claramente no éticas (“Se solicitará a los participantes lamer un trozo congelado de materia fecal humana. Posteriormente, se les administrará enjuague bucal. Se medirá la cantidad de enjuague bucal utilizado”)
Al igual que en los casos anteriores, los investigadores comenzaron mostrando una mezcla de ofertas éticas y no éticas y luego, poco a poco, se fue reduciendo la prevalencia de alternativas no éticas. Y el resultado fue idéntico a los anteriores: el efecto del punto azul apareció aquí también. Al disminuir la prevalencia de lo no ético, los participantes comenzaron a interpretar propuestas totalmente éticas como si no lo fueran. En vez de notar el cambio y celebrar que cada vez aparecían más ofertas éticas, elevaron la vara de lo éticamente aceptable. De esa manera, podían hacer calzar su percepción con la expectativa que tenían del número de propuestas no éticas a recibir. En otras palabras, los participantes redefinieron lo que era poco ético sin ser conscientes de que lo estaban haciendo.
Implicaciones del efecto del punto azul
Tendemos a creer que un problema persiste incluso cuando este se ha vuelto menos frecuente. Eso es, resumido en una sola frase, lo que el efecto del punto azul implica. El efecto del punto azul sugiere, en esencia que, sin importar lo seguro o cómodo que sea en realidad nuestro entorno, seguiremos identificando amenazas. Esto, porque cuando la «señal» que una persona está buscando se vuelve rara, la persona responde de forma natural ampliando su definición de esta. Con esto, logra seguir encontrándola, incluso cuando ya no está allí.
En el ámbito personal
El efecto del punto azul afecta nuestras percepciones individuales todo el tiempo. A continuación te ofrecemos algunos ejemplos:
- Cuando no existía Uber, estábamos dispuestos a esperar 30 minutos por un taxi.
- Antes del correo electrónico estábamos dispuestos a esperar meses por noticias de un ser querido.
- ¿Las palmas de tus manos transpiran cada vez que tu móvil se queda sin batería? Antes de existir el teléfono móvil, la distancia física entre personas incluía un corte en la comunicación que se toleraba mucho mejor que hoy.
Antes, ser víctima de violencia significaba que alguien te había hecho daño físico. Hoy en día, muchas personas han empezado a utilizar la palabra «violencia» para describir palabras que les hicieron sentir incómodos, o incluso la mera presencia de una persona que no les cae bien. «Trauma» solía implicar una experiencia tan dura que impedía a la víctima llevar a cabo su actividad normal.
Mark Manson menciona el efecto del punto azul en Todo está j*dido
Asimismo, como discutimos en los artículos “la sobreprotección de la mente moderna” y “la cultura de la cancelación del debate”, hoy en día los jóvenes perciben amenazas en todas partes. Un encuentro social desagradable o algunas palabras ofensivas se consideran un “trauma”, y requieren de “espacios seguros”.
En el ámbito social
[El efecto del punto azul] tiene amplias implicaciones que pueden ayudar a explicar por qué las personas cuyo trabajo es encontrar y eliminar problemas en el mundo a menudo no pueden saber cuándo ha terminado su trabajo.
Levari et al., Science
El efecto del punto azul también tiene implicancias políticas, ya que influye en cómo se evalúa el quehacer de un gobierno u organización. Es posible que los comités gubernamentales que deben supervisar la correcta aplicación de la ley, al observar una escasez de infracciones, empiecen a percibirlas donde no las había. Lo mismo puede ocurrir con los comités a cargo de evaluar el comportamiento ético dentro de las organizaciones: al disminuir las conductas sancionables, podrán comenzar a juzgar conductas perfectamente neutrales como no éticas.
Lo anterior nos puede servir para comprender que algunos problemas sociales parezcan intratables. Esto puede ocurrir, al menos en parte, porque cuando su prevalencia se reduce la gente los ve más. Es la paradoja del progreso.