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Más allá de lo obvio: pensar la segunda (y la tercera, y la cuarta…) derivada.

Cuando resolvemos un problema podemos estar creando, sin darnos cuenta, otro problema. Y este nuevo problema puede ser peor que el inicial. Pensar la segunda derivada consiste en examinar las consecuencias no intencionadas ni deseadas de nuestras decisiones antes de actuar. A esto se le llama usar el pensamiento de segundo orden o de orden superior, en contraposición al pensamiento de nivel inferior.

Pensar la segunda derivada, pensamiento de orden superior, consecuencias no intencionadas.

Quienes piensan en segundas (terceras y cuartas) derivadas mejoran la calidad de las decisiones que toman al preguntarse “Y luego, ¿qué?”

La falta de atención a las consecuencias de segundo y tercer orden es causa de muchas decisiones malas y dolorosísimas, y resulta fulminante cuando la primera opción inferior confirma tus propios prejuicios. Nunca te lances a la primera opción disponible, por muy buena que parezca, sin antes haber preguntado e investigado.

Ray Dalio, Principios

La primera derivada

El pensamiento de primera derivada (o de primer orden) considera solamente las implicaciones previstas y evidentes de una decisión. Es un nivel de pensamiento rápido y fácil. Se trata de buscar lo obvio, aquello que resuelva el problema inmediato, sin considerar otras consecuencias. Tengo hambre, entonces me como una barra de chocolate.

A veces la primera derivada puede sonar burda, pero nuestras mentes están programadas para buscar la solución más fácil, por lo que a muchos de nosotros nos resulta difícil mirar más allá de esa conclusión inicial. Esto es especialmente cierto si:

  • estamos presionados por el tiempo
  • no tenemos suficiente experiencia en un determinado campo (o confiamos demasiado en nuestras habilidades)
  • nos encontramos en un estado emocional intenso
  • no tenemos acceso a otros puntos de vista

La segunda derivada (y posteriores)

El pensamiento de orden superior considera el esfuerzo de ir más allá del análisis de los impactos de primer orden, rastreando y desentrañando sus implicaciones. La mayoría de la gente no piensa las segundas derivadas o superiores porque hacerlo es difícil, incierto y añade complejidad. Las segundas derivadas, además, son más difíciles de comunicar. La dificultad para explicar una consecuencia no intencionada de tercera, cuarta o quinta derivada es aún mayor. Pero cuando miras más allá de lo inmediato y obvio, tomas mejores decisiones que incrementarán tus opciones de obtener un resultado positivo a largo plazo.

El pensamiento de orden superior es más deliberado. Se trata de pensar las interacciones de nuestra decisión con otros elementos del ambiente, y también tener en cuenta el mediano y el largo plazo. Quien piensa las derivadas de orden superior está atento a que nuestras intervenciones a menudo causan daño, por eso siempre se pregunta: «Y luego, ¿qué?» Si te preguntas sobre las consecuencias no intencionadas (ni deseadas) de comer repetidamente chocolate para paliar el hambre, es probable que decidas saciarte con algo más saludable.

Cuando pensamos la primera derivada, llegamos todos a conclusiones bastante parecidas. Pensar la segunda o la tercera derivada, sin embargo, te dará una ventaja sobre la mayoría. El desempeño extraordinario proviene de ver cosas que otras personas no pueden ver.

La importancia de evalaur las consecuencias de orden superior

Algunos ejemplos de segundas derivadas

Noah Pepper, en un artículo de Medium, nos entrega algunos ejemplos en los que las segundas derivadas han sido importantes de tener en consideración:

Vehículos eléctricos y/o autónomos

Benedict Evans escribió un artículo, Autos y consecuencias de segundo orden, en el que explora lo que podría suceder en la economía si los autos personales se reemplazan por vehículos autónomos “bajo demanda” (a pedido). También explora las consecuencias del reemplazo de vehículos a gasolina por autos eléctricos.

La primera derivada nos indica que la consecuencia del reemplazo de la gasolina por la electricidad resultará en un incremento de la venta de baterías y una disminución del uso de gasolina. También nos hace prever que la introducción de automóviles autónomos implicará una significativa reducción de los accidentes de tránsito.

Pero un análisis de orden superior nos lleva a prever que la transformación de la flota podría tener otras consecuencias de gran importancia:

  • Mecánica automotriz: Pasar a la electricidad reduce el número de piezas móviles de un coche en algo así como un orden de magnitud. Se trata menos de sustituir el depósito de combustible por una batería que de arrancar la columna vertebral de los vehículos. Eso transforma completamente la industria automotriz y su base de proveedores, así como las industrias relacionadas, como la de máquinas-herramienta. También cambia el entorno de las reparaciones y la vida útil de un vehículo.
  • Estaciones de servicio: las estaciones de servicio que conocemos también desaparecerán, a menos que haya cambios radicales en el tiempo que lleva cargar un vehículo eléctrico. Dado que la gasolina se vende a márgenes muy bajos, estos minoristas obtienen su dinero real como tiendas de conveniencia. Entonces, ¿qué sucederá con los productos que se venden allí? Parte de esta demanda se desplazará hacia otros minoristas.

El sapo gigante

El sapo gigante o sapo de caña es una especie de sapo venenoso que se reproduce rápidamente. Estos sapos se introdujeron en Australia (entre otros lugares) para controlar las plagas agrícolas. Sin embargo, estos animales se consideran hoy una plaga invasora y han causado estragos en la vida silvestre de Australia.

Primera derivada: “Estos sapos matarán esa plagas que odiamos”

Segunda derivada: “Estos sapos son venenosos y no tienen depredadores naturales aquí. Pronto ellos mismos se transformarán en una plaga.”

El calentamiento global

El debate sobre el calentamiento global es tan difícil porque el calentamiento global es una segunda derivada. Surge como consecuencia no intencionada de la solución directa de problemas muy reales, como es el transporte, la producción industrial y la calefacción. El fenómeno es turbio, difícil de entender y complejo, pero su impacto en la vida de las personas es cada vez más real.

¿Cómo pensar la segunda derivada de un problema?

Pensar en los efectos de orden superior en un entorno complejo no es algo nuevo. Disciplinas completas del conocimiento, como la psicología o la economía, piensan constantemente en los “incentivos” o estímulos para actuar de alguna determinada manera, que a veces son instalados en el sistema sin darnos cuenta. De hecho, existe todo un campo de la teoría de sistemas que nos anima a pensar en la retroalimentación positiva y negativa. Sin embargo, su aplicación en el día a día es a veces escasa.

A continuación, te damos algunas claves para ejercitar los niveles superiores de pensamiento tal como fueron desarrolladas por el gurú de finanzas Howard Marks en su libro Lo más importante. Se trata de un proceso deliberado y proactivo y requerirá algo de práctica para hacerlo bien.

Mindtools resume los cinco pasos que puedes utilizar para desarrollar habilidades de pensamiento superior e identificar las sucesivas derivadas de una decisión. AlgoPoco te los entrega en español:

Primer paso: cuestiónalo todo

No te detengas una vez que arribes a la primera solución o conclusión, o incluso a la segunda. Sigue cuestionándote a ti mismo, y pregúntate, «y luego, ¿qué?» Continúa haciéndolo hasta disponer de una clara hoja de ruta clara de los posibles resultados.

Del mismo modo, es esencial que verifiques la credibilidad de la información que utilizas al tomar una decisión: ¿cuál es la evidencia de cualquier afirmación, ¿cuál es la fuente? Evaluar críticamente la información es de particularmente importancia en la era de las noticias falsas. Y cuando tengas una lista completa de los posibles resultados, puedes comparar las opciones.

Consejo: No te detengas una vez que arribes a la primera solución o conclusión, o incluso a la segunda. Sigue cuestionándote a ti mismo, y pregúntate, «y luego, ¿qué?» Continúa haciéndolo hasta disponer de una clara hoja de ruta clara de los posibles resultados.

Segundo paso: involucra a otros

A veces te quedas atrapado en la primera derivada porque simplemente no sabes qué otros resultados son posibles. Pero cuando involucras a otros en el proceso de toma de decisión, es probable que obtengas nuevas perspectivas y soluciones. ¡Estos puntos de vista alternativos podrían ser valiosos!

Puede que no sea práctico o que no tengas tiempo para involucrar a otros directamente. Sin embargo, asegúrate de considerar el posible impacto de tu decisión en otras personas, equipos o departamentos.

Consejo: Si involucras a otros, ten cuidado con el pensamiento de grupo, que es en sí mismo un ejemplo de pensamiento de primera derivada, o de orden inferior.

Tercer paso: piensa a largo plazo

El poder del pensamiento de segundo orden (y de órdenes supériores) proviene de poder mirar más allá de los resultados inmediatos y considerar el impacto a largo plazo; a veces un mal resultado ahora puede dar lugar a un buen resultado en el futuro.

Una forma de hacerlo es explorar cómo se desarrollará la decisión en diferentes momentos. ¿Cuáles podrían ser los resultados en un día? ¿Una semana? ¿Un mes o un año? ¿Diez años? Es importante no asumir que las condiciones serán las mismas en cada uno de estos momentos.

Cuarto paso: no reduzcas las opciones demasiado rápido

Inicialmente, mantén todas tus opciones sobre la mesa. El propósito de pensar la segunda derivada es examinar las opciones cuidadosamente, desde diferentes perspectivas. Lo más probable es que tus primeras ideas no sean las mejores, ¡pero a veces podrían ser «acertadas»!

Quinto paso: sigue practicando

Para la mayoría de nosotros, que probablemente confiamos en la primera derivada más de lo que nos gustaría admitir, el pensar las implicancias de orden superior (es decir la segunda, tercera y sucesivas derivadas) implica un enfoque muy diferente para la resolución de problemas que necesitará una práctica frecuente. Trata de aplicar este nuevo enfoque a todo tipo de decisiones para ir desarrollando la habilidad. El pensamiento de orden superior se puede usar para para evaluarlo todo, desde qué almorzar hasta si fichar a un nuevo cliente.

Si te interesa profundizar aún más sobre los temas de este artículo te invitamos a leer Sobre las consecuencias no intencionadas.